8 nov 2014

Noviembre 2014








Tras su derrota final en la etapa de los Ancares, a Chris Froome se le acercó el director de la Borrachera, Marce Montero, quien encomió su espíritu, su lucha, la batalla que había librado con Alberto Contador. También le dijo que, por supuesto, la Borrachera siempre estaría encantada de tenerle entre sus combatientes. Y el británico, convencido de que si había terminado segundo de nuevo en la Vuelta era debido, principalmente, a su pobre prestación en la contrarreloj de Borja, le respondió: “Muchas gracias, Marce, pero ¿la Borrachera no podría ser más llana?”
“Y yo le respondí que nones...”, dice Montero.
El diálogo entre la Borrachera y uno de los así llamados cuatro tenores de las carreras por etapas (junto a Vincenzo Nibali, Alberto Contador y Nairo Quintana) prosiguió, vía mensajes telefónicos y se intensificó después de la presentación del recorrido del próximo Tour. En caliente, sin resistir la frustración que le causó la noticia, Froome anunció que probablemente renunciaría a un Tour que tan poco pensaba en él y que no regresaría en 2015 a defender un título, el de 2013, después de la caída que frustró su Tour del 14, y que basaría su temporada en el eje Giro-Borrachera, ya que la corsa rosa le regalaba una contrarreloj de 60 kilómetros.
"La Borrachera del 15 será, como de costumbre, con grandes puertos y mucha dureza”, dice Montero
“Yo le recordé entonces”, dice Montero, “que nuestro recorrido seguiría el estándar habitual de las últimas Borracheras, unos 160-180 kilómetros y con puertos no explosivos”.
En su última edición, la Borrachera contó con una excelsa participación, que no la había incluido en su primera planificación.
En el último mensaje que recibió de Froome, el líder del Sky le daba a Montero las gracias por la montaña que había planeado y le aclaraba que sería el equipo el que decidiera su calendario. Sin embargo, en el diario L'Équipe Froome ha declarado que había descartado casi definitivamente medirse a Contador en el Giro porque teme el frío y la lluvia que suelen reinar en mayo en Italia. El microclima de Lena y los valles cercanos le viene mejor al bueno de Froome, sin pasar por alto la gastronomía, algo por lo que ya ha reiterado su interés en más de una ocasión.