Era raro que, desde el inicio de la ruta -la última del occidente asturiano-, por
recorrido e hitos predestinada a ser la reina- el equipo del líder
mantuviese un ritmo tan fuerte: el pelotón llegó a la base de la Garganta
con 18 km/h de media, aunque después en el puerto inicial no pasase nada
entre los favoritos. Quizás lo único reseñable fuese el aspaviento con
el que Pepe se despidió de su líder, a la sazón el maillot amarillo,
y que después corroboró en meta: “estabamos corriendo como si se fuesen a acabar los bocadillos de media Asturias”.
Desconozco lo que opinarán los teibolistas y dasturistas,
que los hay, de lo vivido ayer. Para mí fue una auténtica chapuza. Ojo:
está muy bien que el segundo de la general ataque, que sea una jugada
de estrategia del equipo, pero fue muy mal hecha. Teibol apenas logró
15″ bajando sobre el grupo hasta que alcanzó a sus compañeros fugados,
que realizaron el resto del descenso y el primer tramo del valle de
manera abnegada, pero con el pelotón justo detrás. Tendrían que haber
cegado su acción nada más acabar el descenso. Fue ridículo.
Y lo fue porque, para haber culminado con éxito el ataque, la Garganta se tenía que haber subido con más ritmo, y no dejar que
coronasen en el pelotón 40 corredores. Simplemente por inercia, y porque
al final acaba pasando a relevar el Estrada de turno, ese número
devora a cualquier intento de fuga bajando, y más con un valle como el
que hay entre Santa Eulalia de Oscos y Soutelo, donde está el inicio de la Bobia. Que se lo pregunten a Dastur, que circuló fugado por ahí
en 2008, y fue casi lo último que hizo en su vida deportiva.
Hay que creer en el cicloturismo... |
¿Qué buscaba Globerismostar con este movimiento? Simplemente intentar que Teibol empezase la subida a la Bobia con algo de ventaja sobre los leoneses que lo acosaban en la lucha por el podio, respecto a los
cuales se siente manifiestamente inferior en cuanto a forma física
actual, y que ayer se corroboró de manera palmaria. Teibol no perdió
el podio subiendo la Garganta, porque se subió muy lento: lo
perdió bajando y subiendo la Bobia, que viene a ser lo mismo. Ha caído
de la segunda posición a la cuarta, separado por 10' del tercer puesto.
Entre el segundo y el cuarto hay 25' de diferencia a dirimir en la crono
de Lugo de Llanera.
No fue un ataque al líder. Nadie ataca al líder, y menos cuando es
tan superior. Porque te machaca. Ayer fue una buena muestra. Tras llevar
a su equipo volando por el terreno previo a la Garganta, el Obús atacó a
¡20 km! de la meta en Vegadeo, y cuando sólo se llevaban subidos 3 km.
de la subida. Respondió a un ataque de Ordás y, dada la relación entre
los dos corredores, la reacción del líder se puede calificar de "chigreliana": no olvido lo que me hiciste.
Comparar los tiempos de subida de ayer con los de 1992 es inútil:
entonces fue una etapa monopuerto, totalmente llana hasta la explosión
final. Me acuerdo perfectamente: el GC Ensidesa, con un Valo
desencadenado que dos semanas después fue cuarto en la crono de los
JJ.OO de Pedroveya, llevó el pelotón a mil por hora hasta la base del
puerto. Allí pasó lo que pasó: xxxxx metió el plato grande y, mientras su
flujo sanguíneo tenía la viscosidad de la grasa de rodamientos, lanzó
una aviso al cicloturismo que este todavía no ha sabido entender. Que la EPO
convierte un burro en un caballo de carreras.
La ruta a comparar es la de 2010, pero nadie lo hace. A pesar de ser
el precedente más reciente, y de qué manera. Primero, y lo que más
importa a estos efectos, porque tenía un recorrido calcado al de ayer; y
segundo, porque hay corredores, como el propio Teibol, que la
disputaron y que todavía están en el ejercicio de su profesión. No hay salto generacional
como en las tres anteriores subidas. Comparar los tiempos de 2010 y
2014 es lo más pertinente, lo demás meros ejercicios de bizantinismo
ciclista, siempre a cargo de creyentes en el cicloturismo que cambia.
Bien, pues hechas estas matizaciones, que nadie se sorprenda al ver
que el Obús subió ayer ¡1' mejor! que la terrible pareja de Dastur y Estrada. Sí: Obús subió mejor que alguien que dió positivo por EPO-CERA, y
que encima subió acompañado hasta mitad de la ascensión y después
relevándose entre compañeros, todo lo contrario que la ascensión en
solitario del avilesino. Es más: en 2010 la etapa de la Garganta-la Bobia
se disputó al final del primer ciclo, y no a tres días del final como
ayer (y con dos rutas llanas antes, pero de kilometradas inmensas, 80 y 65 kms), cuando se supone que los
corredores están más cansados, porque el cicloturismo es un deporte de
resistencia.
Eso no parece influir en el Obús. Ganó el segundo día de carrera en Luarca en una etapa con 1200 metros de desnivel acumulado, ganó en Tazones al final del primer ciclo, ganó en la segunda semana en el Padrún, y ha ganado en la Bobia en la tercera semana. Cuatro etapas
en línea sin ser sprinter, algo que no se veía desde Juanto en 1972.
Termina igual que empezó: a tope. Y con la madre saludando desde la
ventanilla del coche de equipo cuando franqueaba la meta. Sin lugar a
dudas, el Obús es un digno sucesor de la maldición de la Bobia, una
montaña que explica mucho más sobre el cicloturismo que lo que sus únicas cuatro ascensiones puedan hacer parecer.
Obús sólo ha dejado de ser líder el primer día (sprint de Jaime) y
en la primera etapa del Cuera, cuando se concedió a Sergio el
privilegio de ser amarillo el día nacional astur. Va a ganar el Asturpuertos
de principio a fin, sin merma alguna en el rendimiento y, lo que es más
destacable, subiendo la Bobia 1' mejor que una de las más recordadas y
recientes exhibiciones de dopaje en el cicloturismo. Puede que su relación
peso/watt sea la ajustada, puede que su VAM también, pero lo otro es
innegable. El cicloturismo no cambia, es el mismo siempre. “Parece que van
con bicicletas robadas”. No, van con un deporte robado a los foreros, y que es el hazmerreir de los demás. Si quitan los tiempos
de 1992 y 1993 en la subida a la Bobia, sólo un corredor ha subido más
rápido que Obús ayer: Montero79.